Quizás hubiese tenido que publicar este artículo el primer día de vida del blog, pero el momento ha llegado ahora. Todo el mundo habla del colesterol, de sus peligros, del colesterol bueno, del malo, y del feo, pero ¿sabemos realmente de qué estamos hablando? Aprovechando el material didáctico publicado por el Gobierno de los Estados Unidos voy a explicar algunos conceptos básicos relacionados con el colesterol.
En primer lugar, ¿qué es el colesterol? El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en las paredes celulares de todas las partes del cuerpo (sistema nervioso, hígado, corazón, etc…). El cuerpo humano utiliza el colesterol para producir otras sustancias, como hormonas, bilis, vitamina D, … por lo tanto, el colesterol es necesario para la vida humana.
El colesterol no puede viajar por si mismo por el cuerpo humano. Al tratarse de una sustancia grasa, no se mezcla con la sangre (sustancia acuosa) igual que el aceite no se mezcla con el agua. Para el transporte del colesterol de una parte del cuerpo humano a otra existen las llamadas lipoproteínas, y tenemos dos tipos, que seguro que os son familiares a aquellos que os hayáis hecho un análisis de sangre:
- Lipoproteínas de baja densitad o LDL: son las encargadas de transportar el colesterol a los diferentes tejidos del cuerpo humano (incluidas las arterias). Un alto nivel de colesterol LDL, por lo tanto, indica que mucho colesterol se está transportando a las arterias (entre otros tejidos), lo que a la larga puede provocar problemas cardiovasculares. Es el colesterol malo, aunque estrictamente hablando solo hay un tipo de colesterol, lo que pasa es que este va al sitio equivocado: va a acumularse en los tejidos, entre ellos las arterias. A partir de ahora, al colesterol que transporta la lipoproteína LDL lo llamaremos colesterol LDL. Por lo tanto, un alto nivel de colesterol LDL aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Liporoteínas de alta densidad o HDL: son las encargadas de transportar el colesterol desde los tejidos hasta el hígado, donde el colesterol es eliminado del cuerpo. Por lo tanto, un bajo nivel de colesterol HDL aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
¿Cómo nos perjudica el colesterol LDL? Un exceso de colesterol LDL por la sangre provoca que parte de este colesterol quede atrapado en las arterias (como la arteria es también un tejido, el colesterol LDL no tiene problemas en adherirse a las paredes de las células de las arterias). El colesterol atrapado en las arterias se va acumulando hasta formar una placa, que provoca que el conducto de la arteria se estreche y ésta pierda flexibilidad. Este último fenómeno es lo que se conoce como arterioesclerosis.
Este proceso de acumulación de colesterol en las arterias puede ocurrir en cualquier lugar del cuerpo. Si ocurre en arterias cercanas al corazón (las llamadas arterias coronarias), entonces puede llegar a ocurrir que no llegue suficiente oxígeno ni nutrientes a los músculos del corazón, provocando dolor en el pecho o angina de pecho.
Algunas de estas placas arteriales son inestables, es decir, pueden romperse y circular por el flujo sanguíneo, hasta que llegan a una arteria más estrecha y pueden bloquearla formando un coágulo sanguíneo. Este problema es muy serio, ya que puede derivar entre otras dolencias en un infarto agudo de miocardio, principal causa de muerte entre hombres y mujeres en todo el mundo, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un nivel elevado de colesterol en la sangre (específicamente, un nivel elevado de colesterol LDL y un bajo nivel de colesterol HDL) es por lo tanto un factor de riesgo para las enfermedades coronarias.
Reconozco que el artículo pone un poco los pelos de punta respecto a las consecuencias de un colesterol alto. Debe ser así, se trata de un problema serio y que puede derivar en dolencias que no nos gustaría padecer: anginas de pecho, embolias, e infartos de miocardio. Mejor saberlo para poder poner remedio, como intento hacer yo con mi dieta sin colesterol.
¡Buen provecho!